Perro potencialmente peligroso

Esta es mi vida (capítulo 1) 

No soy yo pero mas o menos algo asi tuve que ser

No recuerdo como fueron mis primeros 6 meses de vida, recuerdo solo que me encontraron atada a una farola donde me habían abandonado. 

Unas personas me llevaron a una casa donde había muchos perros y ahí vinieron a buscarme mis “mamis”. Ellas están convencidas que me abandonaron por ser un perro potencialmente peligroso porque te puedo lamer la cara hasta que se te gaste. O peor, ¡puedo ahogarte bajo 150 toneladas de baba! 

Un día

En mi nueva casa, tenia de todo para jugar: muebles, plantas, gafas, Cds, mandos a distancia, ropa, zapatos, jabones, cosmética… ¡como me gustaba la cosmética! Cuando mis humanos regresaban a casa y me veían tan contenta siempre me decían ¡DOLENTA, ETS UNA DOLENTA! Entonces me obligaban a descansar un rato en mi cama, mientras ellas hacían las labores de casa. 

Nunca lo entendí, ¡yo no estaba cansada!

Otro

Entonces idearon un juego, pusieron un artilugio en lo alto de las puertas de las habitaciones y cuando se marchaban el juego consistía en conseguir entrar en alguna. Realmente era entretenido y difícil y solo lo conseguí en dos ocasiones. 

 El premio fue el cuarto de baño, lleno de cosas olorosas, papeles, toallas y juguetes de plástico…no quedó nada… ¡cómo me divertía destrozarlo! 

Cuando mis humanas llegaban y me decían “DOLENTA!! Qué has fet?” Yo les saltaba encima y les lamia y esperaba mi premio. Entonces me mandaban a descansar mientras hacían las labores del hogar, cosa que me aburría un montón. 

Dulces sueños

Solo con el paso de los años aprendí, que si no tenían nada que limpiar, jugaban conmigo desde que llegaban hasta que me caía muerta de sueño. Así que, aunque destrocé un mueble y una pared, no deje ni rastro de ello, me lo comí todo.